El comercio interior se moviliza casi en un 90% por camión en la Argentina.
Según datos oficiales analizados por la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), hay un movimiento diario de carga norte-sur equivalente a 4400 TEU (como mínimo) que se transportan en camiones de carga general.
Los puertos, por definición, vuelcan su negocio al comercio exterior.
En tanto, el transporte marítimo y fluvial de bandera argentina, poco puede competir internacionalmente, a menos que sea en el marco de acuerdos bilaterales, con Brasil por ejemplo.
No obstante, por más que la bandera argentina esté reservada al cabotaje, es prácticamente nulo el movimiento de cargas entre puertos argentinos. Rondará el 1%.
La operatoria no logra desarrollarse por cuestiones fiscales y comerciales. Y administrativas también: los camiones, por ejemplo, se mueven en el territorio argentino sin conocer lo que es una aduana. Pero si un contenedor, a bordo de un buque, entre dos puertos argentinos, y llevando carga de comercio interior, probablemente no tenga la misma libertad.
Reconversión
Que las cargas aprovechen el modo más económico y amigable con el medio ambiente, por un lado, y que el transporte fluviomarítimo se reconvierta hacia el comercio interior, por el otro lado, requiere de un diálogo entre dadores de carga, transportistas (de todos los modos), armadores y puertos, todos detrás del objetivo de darle vida al intermodalismo.
Esto es: que contenedor pueda “reconvertirse” hacia el comercio interior, y visualizar que un camión lo mueva por unos cientos de kilómetros, lo suba a un tren que recorra otros cientos más hasta un puerto, se embarque y, luego, desembarque en otro puerto argentino y recorra el camino que la carga “interna” necesite.
Diálogo FENA-AIMAS
Estas inquietudes fueron las que motivaron una reunión entre la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) y la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), junto con logísticos, dadores de carga y responsables de puertos argentinos.
“Para que el cabotaje (fluviomarítimo) gane en intensidad hay que lograr que los camiones puedan subir contenedores (con carga) del comercio interior a los trenes, y que estos puedan tener conexión a los puertos”, indicó en diálogo con Trade News Jorge de Mendonça, de AIMAS.
De Mendonça propone buscar “unos pocos dadores de carga, de gran volumen, para así facilitar los acuerdos de mediano a largo plazo con los logísticos, especialmente del sector automotor”.
“Subir” el camión al barco
“Eso le garantizará carga de cualquier rubro e intensidad, porque el volumen lo sumará en el puerto con una o varias firmas de logística”, sugirió, tras agregar: “Lo novedoso es lograr que firmas del autotransporte suban carga a los barcos, como parte de acuerdos de fletes entre logísticos, puertos y navieras”.
“Muchos puertos desisten de participar de esta idea porque ven inviable el cabotaje de cargas generales. Son 4400 TEU diarios que se mueven en sentido norte-sur en camiones de carga general”, advirtió.
Un volumen interesante como para resignarse a no seguir innovando hasta el cansancio.
FENA y AIMAS acordaron comenzar a colaborar en la integración de los modos como oportunidad para la recuperación del cabotaje de cargas generales en contenedores.
Puertos, cargadores y logísticos
En el compromiso están involucrados los puertos de Bahía Blanca, La Plata y Barranqueras, junto con el cargador Unipar (ex Indupa) y el operador logístico Express Logística, quienes ya practican el intermodalismo entre el Gran Buenos Aires y Barranqueras, y esperan ahora poder sumar el modo acuático a la ecuación.
A través de un comunicado, las entidades expusieron un dato: la Dirección Nacional de Transporte Automotor de Cargas, dirigida por Guillermo Campra, “corroboró que las empresas de logística del transporte automotor de cargas necesitan y están interesadas en desarrollar negocios subiendo la carga de sus clientes a barcos y trenes”.
Resta unir puntos: el transporte fluviomarítimo viene trabajando en el plano administrativo para sortear las trabas que persisten; en el fiscal, para aligerar la carga impositiva (por ejemplo, la que pesa en el combustible naviero), y en el laboral, con consensos logrados con los gremios para adecuar las modalidades de trabajo de manera tal que permitan tornar atractivo invertir en el sector.
Aseguradores de demanda
FENA y AIMAS coincidieron en la necesidad de que apuntalar el rol del operador logístico automotor como “asegurador de una demanda constante de bodega a mediano y largo plazo para armadores y puertos”, todo desde un enfoque intermodal del flete.
El acuerdo contempla el análisis de casos testigo, y pruebas pilotos entre los tres puertos que participan de la iniciativa: Bahía Blanca, con un polo productivo de envidiable volumen; La Plata, por su ubicación más próxima a la demanda, y Barranqueras, como enlace definitivo de un norte postergado y demandante de conexiones logísticas eficientes.
De esta manera, encarnan la “economía del transporte intermodal (ETI)”, que se traducirá en una verdadera baja de los costos logísticos junto con una reducción de la huella de carbono.