En el contexto de aislamiento social obligatorio que vive la Argentina, hay ciertas actividades esenciales que tienen que seguir funcionando, entre esas el comercio exterior y el transporte de hidrocarburos.
Desde la Federación que agrupa a las empresas navieras argentinas nos cuentan cómo están trabajando para que los buques continúen operando a pesar de una coyuntura tan complicada.
En ese sentido, el titular de esa cámara, José Pablo Elverdin, señaló que desde FENA están compartiendo la preocupación general a nivel país, y tomando todos los recaudos que se necesitan en este momento. «Lo que más nos preocupa, y estamos trabajando hace varias semanas, es en proteger la salud de la gente embarcada» recalcó.
¿Se sienten respaldados por el Gobierno?
José Pablo Elverdin: El Gobierno está respondiendo muy bien, estamos muy agradecidos por la respuesta de las autoridades en las distintas áreas, como el Ministerio de Transporte, la Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables de la Nación -que además están con autoridades nuevas-, la Prefectura Naval Argentina, Aduana, Armada Argentina. La realidad es que todos han estado a la altura de las circunstancias ante aquellas inquietudes que se han ido presentando, porque la situación va cambiando todos los días. Venimos trabajando muy de cerca con todos ellos.
Los sindicatos también han salido a manifestar su apoyo ¿cómo es la relación con ellos en esta crisis sanitaria?
J.P.E: Si también, la verdad que estamos muy agradecidos de la relación con la conducción de los sindicatos, ya que si bien en algunos momentos pudimos haber tenido algunas diferencias, hoy están todos respondiendo en forma correcta con el mismo objetivo de resguardar la integridad y la salud de la gente a bordo, y a la misma vez poder seguir cumpliendo un rol tan importante para el país.
El Gobierno activó un protocolo de protección marítima y portuaria ¿cómo está funcionando en la práctica?
J.P.E.: Está funcionando muy bien, se formó muy rápidamente este Comité de Crisis y se han ido encontrando soluciones, en una forma muy dinámica y positiva, en el sentido de tomar nota de las sugerencias de los distintos actores. Están abiertas todas las líneas de comunicación, trabajando en todo momento.
Un tema que me gustaría resaltar, es poder hacer un agradecimiento especial por parte de la FENA para toda esa gente que está a bordo y continúa trabajando. Además, hay que tener en cuenta que por cuestiones de seguridad, se acordó postergar los relevos que tendrían que venir en forma automática. En una situación normal, cuando llega el momento de tomarse un franco se hacen los relevos, pero hoy la gran preocupación nuestra es la introducción de personas que han estado haciendo aislamiento en su casa y se tienen que subir a bordo, además de todas las complicaciones que se darían en la logística de ese personal por la cuarentena. Esto los gremios lo han entendido muy bien y estamos trabajando en forma conjunta, para resguardar la salud de la gente lo más posible.
A su vez, todas las empresas que conforman la FENA han tratado de extremar lo que dicen esos procesos de seguridad, por ejemplo en el sentido de limitar al máximo posible el trabajo de gente exterior al buque. En el caso de los agentes marítimos, la mayoría del trabajo lo están tratando de hacer de forma virtual.
Para los prácticos, se han instaurado procesos de limitación que apuntan a minimizar el contacto con las tripulaciones, para poner un ejemplo en Bahía Blanca o en La Plata están subiendo con equipo protector, entre otras acciones que se están llevando adelante en ese sentido.
La verdad que las tripulaciones están muy bien instruidas para resguardar, no sólo su propia seguridad, sino la fuente de trabajo, porque el barco tienen que seguir funcionando y no nos podemos equivocar ni una vez en estas cosas.
¿Cuál es el impacto de la ampliación de la cuarentena, y de qué manera está afectando la menor productividad a las empresas de FENA?
J.P.E: La mayoría de las empresas dentro de FENA cumplen una función que se considera esencial, así que están trabajando de la mejor manera posible. En algunos casos con demoras, y tal vez no con la misma eficiencia de siempre.
Todo lo que es el trabajo en tierra, ya sea administrativo o comercial, se está respetando la cuarentena obligatoria y tratando de usar toda la tecnología posible para hacer esos trabajos de manera virtual.
Esto va a tener un impacto sobre la economía en forma general. Es algo que se está empezando a notar, pero creo que va a ser más un impacto de mediano y largo plazo, y ahí tendremos que ver cómo llevar la situación de la mejor manera posible. Lo que hemos buscado es que no haya una interrupción en los servicios que estamos prestando.
Por otro lado, los buques por analogía son fábricas aisladas por definición, así que nosotros estamos en realidad acostumbrados trabajar en forma remota con todos los sistemas preparados.
Una de las cosas más importantes en la interacción con las autoridades ha sido que hemos tratado de armar un modelo de protocolo para poder aplicar a todos, si bien cada una de las empresas puede tener actividades muy puntuales, buscamos a través de la comisión laboral de FENA unificar en el sentido de cómo íbamos a trabajar, y fue muy bien recibido eso por parte del Gobierno. Lo que nos permitió poder reaccionar muy rápidamente, y el tiempo de respuesta ha sido muy positivo.
¿Qué les preocupa mayormente en este momento?
J.P.E.: Los relevos, es un tema que estamos tratando de minimizar sólo a causas que se podrían considerar de mayor gravedad, como puede ser alguien que tiene que desembarcar porque tiene un problema muy serio.
En el caso de los remolcadores portuarios, a lo largo del país, nos preocupa ahora que se instituyó este sistema de certificado de autorización para circular, con la instauración de un certificado único. Teniendo en cuenta que hay un problema de colapso, o se están dando demoras en el trámite a distancia que no está funcionando del todo bien, por lo cual nos preocupa el certificado que vence el día miércoles. Es un tema que ya hemos planteado y estamos seguros que va a ser atendido. Pero en lo inmediato, lo más importante es cómo asegurar que todas las personas que están involucrados en esta cadena de transporte por agua, puedan transitar en forma legal por la calle y lo puedan hacer con ese certificado.
Necesitamos que la rueda se siga moviendo, nosotros no podemos parar. El cuerpo puede tomarse un descanso, pero el transporte a nivel nacional tiene que seguir funcionando. Productos esenciales como alimentos, medicamentos, hidrocarburos tienen que seguir llegando a destino, porque sino entraríamos en una situación crítica del país, y eso creo que ha sido muy bien manejado por las autoridades del país. Están buscando contener esta pandemia, pero sin que el país colapse por completo por falta de combustible o mercadería.
¿Cuál es la situación en los puertos?
J.P.E.: Entiendo que los puertos están trabajando bien, actores hay varios en las terminales. Han surgido algunos inconvenientes con el transporte de granos en la zona de Timbúes y San Lorenzo, que entiendo que se han podido resolver.
Hay distintos actores a lo largo de la cadena que expresan sus preocupaciones, y creo que es normal que así sea, por el tamaño de este problema que es mundial. Lo que se tiene que hacer es poder asegurar que esas personas estén lo más protegidas posibles.
Por último, más allá del problema del coronavirus, hay dos grandes incertidumbres respecto al futuro de la actividad naviera en el país, que tienen que ver con lo que va a pasar con la concesión de terminales en el Puerto de Buenos Aires, y por otro lado con la licitación de la hidrovía. ¿cuál es la opinión de FENA sobre esos temas?
J.P.E: Me parece muy bien la pregunta porque en algún momento ésto se va resolver, y esas son dos preocupaciones que tenemos acerca de temas que son fundamentales, tanto el Puerto de Buenos Aires como la hidrovía.
Lo que se sabe del puerto es que el proceso licitatorio, que se había iniciado con un proyecto de una terminal única, ha sido suspendida esa licitación, y ahora hay una expresión para que sean dos terminales, tendremos que esperar a ver qué es los que termina de ocurrir.
Lo que sí creo, y es algo fundamental que ya ha sido expresado por FENA, es que para nosotros es clave la visión federal para el puerto de Buenos Aires, más allá de la cantidad de terminales, quereos que se permita el real uso de Buenos Aires como un puerto de transbordo. No sólo para mercaderías que están yendo en forma regional a Paraguay o a Bolivia, sino para los tráficos de la Patagonia o del río Paraná, de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, es decir, que se pueda llegar a formar y establecer un muelle que facilite el transbordo y que nos podamos alejar de la situación actual, en la cual una barcaza o un buque feeder tiene que ir a varios muelles para descargar.
Con respecto a la hidrovía, hay una oportunidad de llevar adelante un mejoramiento de la estructura del canal. Ese estudio que se llevó adelante con una consultora, impulsado por los puertos privados y diversas entidades, creo que fue un estudio interesante e importante, y tiene que terminar en una licitación pública e internacional que sea lo mejor para el 80 por ciento de la carga de granos de la Argentina que sale por ahí.
A nosotros como operadores a nivel local, y en vista del hecho de estamos expuestos a toda una estructura impositiva, como armadores argentinos lo que nos interesa es que haya una consideración especial para las empresas que estemos en el cabotaje, para así poder ser realmente una alternativa de transporte para el país.