El presidente de la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), José Pablo Elverdín, destacó durante un seminario realizado la semana última en la UCA que “la premisa fundamental de FENA es la construcción positiva, a partir del diálogo y el encuentro”.
“Entiendo que nuestro país está atravesando una coyuntura que necesita erigirse a través de la participación y de la generación de consensos, esto será posible con el involucramiento de cada uno de los actores, defendiendo sus objetivos y con la necesidad de acordar y concertar hacia el bien común”, agregó.
Compartían estrado con el titular de FENA el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Jorge Metz; el administrador general de Puertos, Gonzalo Mórtola; el presidente del Consejo Portuario Argentino, Angel Elías, y el presidente del Centro de Navegación Argentina, Guillermo Hernández.
Un día después de la aprobación de las leyes de marina mercante e industria naval por parte del Senado, Elverdín refrendó que el enfoque de la Federación que agrupa a las cuatro cámaras armadoras de bandera nacional es “la disminución de costos relacionados con el servicio de transporte, persiguiendo el objetivo de generar competitividad, en el tráfico de cabotaje en relación a otros medios de transporte y en el tráfico internacional en relación a otros pabellones”.
“Lo que se busca es convertir a la marina mercante en una opción ventajosa para la carga. Apuntamos a incrementar el pabellón, la flota, la inversión y los puestos de trabajo”, agregó.
Hace poco menos de un mes, la FENA elevó un documento a la Subsecretaría de Planificación del Transporte de Cargas y Logística, del Ministerio de Transporte, a cargo de Carmen Polo, con “sugerencias para mejorar los estándares de eficiencia y costos logísticos“. Consta de 28 cuestiones administrativas que afectan directamente a la competitividad del transporte fluvial y marítimo.
En materia de la relación con los sindicatos, FENA ya venía de impulsar en 2016 en el ámbito del Ministerio de Trabajo el “Proceso de reestructuración productiva“, cuyo objetivo es “generar las condiciones de competitividad para incrementar la flota y la cantidad de puestos de trabajo”.
“Nuestra idea es que se generen nuevos acuerdos, con los gremios embarcados, sobre las modalidades de trabajo“, dijo Elverdín, tras agregar que esto requiere de “apertura y diálogo” entre las partes.
“Quedará pendiente el desafío de dotar normativamente la legislación adicional para que la actividad vuelva a insertarse al tráfico internacional, logrando así el objetivo de más inversión, más buques y más tripulación argentina al servicio del desarrollo sustentable de la Nación”, agregó Elverdín.
“Nuestros objetivos están claros: más carga transportada por agua, más buques y más tripulantes argentinos”, puntualizó.