Diario El Cronista | 28/9/16
Desde FENA, proponen la creación de un registro argentino de transporte internacional con reglas específicas.
El crecimiento del cabotaje está ligado al del PBI de Argentina. Y a la asignación de recursos del estado nacional a las diferentes modalidades logísticas.
«El plan ferroviario es muy importante a partir de la visión que tiene el ministro de Transporte Guillermo Dietrich. En la medida que el sistema se arrime a los puertos se produce la sinergia. No obstante, para generar un crecimiento explosivo Argentina tiene que salir al exterior, no existe otra posibilidad. No hay que tenerle miedo a competir en el mundo, el problema es que no hemos sido capaces –como hizo Noruega, Brasil, Alemania, Suecia- de generar un sistema normativo para el negocio internacional y otro para el nacional. Tenemos una ley de cabotaje del año 1944 que lo único que hace es regular la actividad. En aquella época la televisión era a válvula», dijo a Transport & Cargo Claudio López, presidente de la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA).
A juicio del directivo, la bandera argentina es importante pero en el mundo hay que competir con otros. El 70% de la soja mundial se produce en el Mercosur en su gran mayoría con acceso a la hidrovía. Argentina fue fundadora de todo eso, pero desaparecimos del mercado de los fletes. Si no realizamos una introspección de por qué ya no estamos, nos va a ir muy mal. Es un absurdo pretender exportar las reglas de cabotaje al negocio internacional. Es lo mismo que exportar impuestos. El país que compra quiere un servicio de otro país y no compra un impuesto, sino un bien”.
Para Claudio López, «hay que impulsar un sistema normativo que contemple específicamente salarios de nivel internacional, aprobados por los gremios mundiales entre ellos los argentinos. Hoy nuestros tripulantes que navegan por el mundo lo hacen con esos convenios que le dan certeza y flexibilidad al armador. La modalidad es por contrato, y no es cierto que con ellos los trabajadores estén precarizados. En muchos países, entre ellos Grecia, el shipping paga cero de impuestos porque la generación de valor no está solo ligada a la operación del barco sino a su efecto multiplicador en la economía. Hoy el estado argentino recauda cero. No es posible que un buque extranjero no pague IVA, Ganancias, retención de Ganancias locales, impuesto al cheque ni Ingresos Brutos. Hace su trabajo y envía el dinero afuera. Así es imposible competir para el armador nacional. Hagamos un registro argentino de transporte internacional con reglas específicas y salgamos a competir al mundo».
El modelo
Para resolver esta problemática y que la marina mercante nacional en dos o tres años vuelva a tener presencia, el presidente de FENA propuso la creación de un segundo registro, siguiendo el modelo paraguayo.
«La segunda flota de barcazas del mundo es la del Paraguay. Allí se están instalando astilleros de calidad superior para hacer barcazas y diversas empresas conexas al sector. Los paraguayos no solo se llevaron el mercado argentino, también el brasilero. Tenemos un futuro importante por delante, el mundo y la región están esperando. Si Argentina logra ocupar el 50% del tráfico con Brasil y el 30% de la hidrovía, triplicamos la marina mercante argentina», destacó Claudio López.