Notitrans | 27/10/2016
La Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) realizó a solicitud con el objetivo de revertir “la profunda crisis de la actividad”.
La FENA reclamó hoy al Ministerio de Trabajo la apertura del procedimiento de reestructuración productiva.
La Federación es la mayor representante del sector armatorial de la marina mercante nacional; tiene una flota de alrededor de 300 buques en el ámbito marítimo, fluvial y portuario en las variadas modalidades de transporte por agua; reúne a más de 8.000 trabajadores de forma directa y genera 80.000 empleos relacionados con talleres navales, proveedores y agencias marítimas.
«La marina mercante argentina está sumida en una profunda crisis. El costo argentino se convirtió en una trampa certera para el desarrollo de la flota de bandera nacional. Hay una presión tributaria récord, dificultades para acceder al financiamiento, una burocracia sistémica y un rígido sistema laboral, todo lo cual hace inviable el futuro»», indicó el gerente Leonardo Abiad.
La Federación indicó que en el tráfico fluvial de la Hidrovía Paraguay-Paraná, por ejemplo, «la participación de la bandera argentina es muy baja» y que «el 90 por ciento del total de la carga es transportada por insignias extranjeras».
«Sólo algunos de esos buques de bandera argentina se dedican al tráfico internacional. Incluso el cabotaje nacional redujo su actividad al no poder competir con otro tipo de transportes. Además, por la vía de excepciones, se permite operar aunque sea de forma transitoria a buques y artefactos navales extranjeros en desmedro de las empresas armadoras argentinas», puntualizó.
Apertura del procedimiento de restructuración productiva.
«La apertura de esa instancia procura revertir el proceso de alteración equívoca de la matriz de costos de los últimos años; detener el desmantelamiento de la flota de la marina mercante nacional y establecer mecanismos para mejorar la eficiencia y la competitividad de la flota», sostuvo la entidad.
Con la aplicación del procedimiento, la Federación apuesta a detener «la pérdida de fuentes de trabajo y, en el mediano plazo, a regresar a un círculo virtuoso en el que se incrementen las embarcaciones y el personal de forma directa e indirecta».
Las proyecciones realizadas por la FENA indican que, de concretarse un marco adecuado para el sector y en consonancia con el mercado regional y global, en el primer año podrían ingresar al pabellón nacional unos cincuenta buques y otros 150 los cuatro años subsiguientes, con su correlato directo en aproximadamente cuatro mil empleos directos y quince mil indirectos, puntualizó.
Panorama gremial
El diagnóstico fue compartido por el gobierno y los gremios, evidenciado en los 90 días de trabajo transitados en las Comisiones Tripartitas (constituidas por las entidades sindicales, la FENA y los organismos estatales que regulan la actividad naviera). Pero no se concretó una reducción de costos.
La Comisión de Asuntos Laborales sólo recibió expresiones insuficientes del sector sindical y limitadas a los eventuales nuevos buques que se incorporen al tráfico en la Hidrovía Paraná-Paraguay y el Mercosur, en desmedro de los pocos que aún operan en ese tráfico.
La FENA se pronunció por la necesidad de «un desarrollo inteligente y sustentable» y solicitó la apertura de ese procedimiento, contemplado en los artículos 95 y 97 de la Ley Nacional 24.013 de Empleo, y sostuvo que «los consensos con los gremios de embarcados permitirán incorporar al sistema laboral de a bordo cláusulas de productividad para adecuar los costos, mejorar los rendimientos y modernizar la totalidad del sistema».